Este espacio es para compartir la esperanza de que hay un nuevo amanecer luego de la pérdida de un ser amado. El duelo suele ser un proceso doloroso, pues es la reacción emocional ante la pérdida. El duelo se refleja en la vida del doliente a nivel fisico, psicológico y espiritual. Te tengo noticias, el duelo se puede aliviar y superar, pero conlleva tiempo y trabajo. Hay que elaborar tareas para que al final del camino puedas reinvertir tu energía de forma productiva, sin tener que olvidar a esa persona amada. Cada uno de nosostros tenemos un faro el cual con su luz te alumbrará para que puedas continuar con tu vida, recordando en el corazón, a la persona que se fue de esta vida terrenal.


miércoles, 24 de agosto de 2011

LO IMPREDECIBLE DE UNA TORMENTA

Tengo recuerdos del paso del Huracán Hugo el 18 de septiembre de 1989, por Puerto Rico, estaba en casa de mis padres, embarazada rogando a Dios no dar a luz. Sin embargo, dos días después, nació Cristina, nuestra primogénita, la cual cumplirá pronto 22 años de nacida. En el hospital no había luz ni agua, aunque fui cesárea y me dieron de alta apenas un dia después. No empece a los vientos, no tener agua ni luz, nació una niña hermosa a la que teníamos que cuidar, sucedió lo impredecible, no se podía subir a nuestro apartamento pues los ascensores estaban inundados y era el piso 10, asi que decidimos quedarnos en casa de mis padres, y la estadía fue de alrededor de 25 días.

Cuando hablamos de impredecible, viene a mi mente las palabras inseguridad y temor. Esos sentimientos sobrecogen a uno cuando conocemos que viene una tormenta u huracan a nuestra isla. Hay varias reacciones ante este embate natural, están las personas que se preparan, van de compras con anticipación, aseguran su hogar y esperan con su familia ¿lo qué va a pasar?, otros pobres se aferran al alcohol, festejando por que no hay trabajo ni estudios y a ver ¿lo qué va a pasar? mientras que hay otras personas que arriesgan su vida por servir y cuidar de ciudadanos que a lo mejor ni conocen, dejando sus familiares seguros en sus casas. y ver ¿qué sucederá? 

De todas estas reacciones me llama la atención aquellas personas que no desean dejar su hogar aunque saben que arriesgan su vida y las de otros, viendo que habrán inundaciones, deslizamientos que afectarán sus casas. Es el sentimiento de pérdida de seguridad de la casa, lo que impera en ese momento, sobre el sentimiento de supervivencia.

Lamentablemente la Tormenta Irene no sera la única que pasará por el Caribe, todavía quedan lluvias y vientos que sacudirán la seguridad y la calma del puertorriqueño. Entonces lo que queda es prepararnos, y la seguridad personal debe prevalecer sobre la de cuidar la casa, de todos modos el hogar es donde está la familia, ¿no crees así?

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