La pérdida ambigua es:
- Es una pérdida que no está clara
- No se puede arreglar
- No tiene clausura
- Puede ser física o psicológica
- Ausencia física y presencia psicológica= Catastrófico- son los desaparecidos, secuestro, perdido sin tener rastro, perdido en acción. Más común son los hogares de cuidos, divorcios, infertilidad, adopción, hogares sustitutos, activación militar.
- Ausencia psicológica y presencia física= Catastrófico- la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, daño cerebral, autismo, adicción, depresión. Mas común- las preocupaciones, nostalgia del hogar, amoríos, obsesión con la computadora
Emociones contradictorias
Los que viven una pérdida ambigua están llenos de pensamientos y sentimientos conflictivos. La resolución de la ambivalencia radica en esencia en ayudar a la persona a reconocer sus sentimientos conflictivos. Debido a la ambigüedad los seres queridos no consiguen aclarar su situación y emocionalmente se sienten arrastrados en direcciones opuestas:
Los que viven una pérdida ambigua están llenos de pensamientos y sentimientos conflictivos. La resolución de la ambivalencia radica en esencia en ayudar a la persona a reconocer sus sentimientos conflictivos. Debido a la ambigüedad los seres queridos no consiguen aclarar su situación y emocionalmente se sienten arrastrados en direcciones opuestas:
- Amor y el odio por la misma persona
- Aceptación y rechazo de su papel de cuidadores
- Afirmación y negación de su pérdida
A veces creen que reprimir sus emociones y controlar sus sentimientos de
agresividad porque las normas sociales prescriben que alterarse es inapropiado
y perjudicará más a la persona desaparecida, al anciano demente o al niño
comatoso. Un ejemplo menos extremo, es el nido vacío, cuando un hijo se va a estudiar en
una universidad al exterior los padres experimentan ambivalencia con este tipo
de transición, se sienten felices y tristes simultáneamente por la partida de
sus hijos que dejan su casa.
Referencia:
Boss, P. (2001) La pérdida ambigua: cómo aprender a vivir con un duelo no terminado. Editorial Gedisa
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