Cuando somos cristianos, conocemos que Jesús fue a preparar mansiones en el cielo para ti y para mi. Sabemos por fe, que la muerte fue vencida por Jesús en la cruz del Calvario. Reconocemos que luego de la muerte terrenal nos espera una vida eterna en otro plano, el espiritual.
Sin embargo, ante la muerte de una persona amada, nos dolemos igual como otra persona que no tiene a Jesús en su corazón. ¿Por qué? Simplemente porque somos seres humanos que sentimos y padecemos igual. Porque la persona amada murió, y no la veremos hasta después, mucho después. Porque existe ese vacío dentro de nosotros, hay una herida. El vacío no se llena con otra persona. El tiempo ayuda a sanar la herida del duelo pero queda la cicatriz.
Así de simple, entiendo que la fe no está reñida con el proceso de duelo. Probablemente no está en conflicto ante la muerte de una persona que amamos y que fue o nuestra madre, padre, hermana(o) esposo o un hijo(a). Solamente estamos echando de menos a esa persona, la rutina diaria con ella, recuerda que la tristeza no esta en conflicto con tu fe en Jesús, tu llanto dejalo salir, tus emociones son importantes en el duelo.
¿Recuerdas a Lázaro? Jesús lloró cuando le dieron la noticia de su muerte. Jesús, el Hijo de Dios, Dios mismo hecho carne, Jesús Hombre, ¡lloró! . Pero si El sabía que lo iba a resucitar. nunca hemos dudado de la fe de Jesús, pero sí de la nuestra, ¿Porqué? Sabemos que El estaba muy triste por la muerte de su amigo. Si rescatamos ese pasaje en nuestras vidas, nos daremos el permiso de dolernos de manera libre y auténtica. Esto es sin las presiones de los hermanos y pastores o sacerdotes de la iglesia, no importa lo que piensen otros, murió esa persona que tú amas, y te vas a dar permiso de llorar, como hizo Jesús. Eso no quita tú esperanza, amor y fe por el Dios que amas y sirves.
Sé auténtico, tienes el permiso de llorar y dolerte. Jesús te entiende y no juzgará tu fe, ante la muerte de alguien amado para ti.
Para aquellos que necesitan consejería por la pérdida de un ser querido. Espero brindarte apoyo emocional y educación sobre cómo elaborar un duelo normal.
Este espacio es para compartir la esperanza de que hay un nuevo amanecer luego de la pérdida de un ser amado. El duelo suele ser un proceso doloroso, pues es la reacción emocional ante la pérdida. El duelo se refleja en la vida del doliente a nivel fisico, psicológico y espiritual. Te tengo noticias, el duelo se puede aliviar y superar, pero conlleva tiempo y trabajo. Hay que elaborar tareas para que al final del camino puedas reinvertir tu energía de forma productiva, sin tener que olvidar a esa persona amada. Cada uno de nosostros tenemos un faro el cual con su luz te alumbrará para que puedas continuar con tu vida, recordando en el corazón, a la persona que se fue de esta vida terrenal.
Muy acertado. Nos jamaquea para que no olvidemos el plan de Dios y no nos apartemos de nuestra fe.
ResponderEliminarDon William, Gracias por su comentario.
ResponderEliminarSi estoy de acuerdo y es importante que recordemos que tambien se llora por uno mismo, por la realidad de vida/muerte que vemos en el ser amado y a la vez es nuestra. Nos desvestimos del velo que a diario cubre nuestra oportunidad de vernos morir. ¿Puedo aceptar que me hace falta mi ser amado? ¿Me duele mi propia finitud? Más para refleccionar...
ResponderEliminarNelta: Estoy de acuerdo con tu comentario, a veces la muerte del otro nos pone a pensar en nuestra propia mortalidad.
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