- A ser tratado como ser humano vivo hasta el momento de mi muerte.
- Mantener una esperanza, cualquiera que sea esta.
- Expresar a mi manera mis sentimientos y mis emociones por lo que respecta al acercamiento de mi muerte.
- Obtener la atención de médicos y enfermeras, incluso si los objetivos de curación deben ser cambiados por objetivos de confort.
- No morir sólo.
- Ser liberado del dolor.
- Obtener una respuesta honesta, cualquiera que se mi pregunta.
- No ser engañado.
- Recibir ayuda de mi familia y para mi familia en la aceptación de mi muerte.
- Morir en paz y con dignidad.
- Conservar mi individualidad y de no ser juzgado por mis decisiones, que pueden ser contrarias a las creencias de otros.
- Ser cuidado por personas sensibles y competentes, que van a intentar comprender mis necesidades y que serán capaces de encontrar algunas satisfacciones ayudándome a enfrentarme con la muerte.
- Que mi cuerpo sea respetado después de mi muerte.
Edu Emilia Sáez
Consejera Profesional
Tanatologa Certificada
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