Este espacio es para compartir la esperanza de que hay un nuevo amanecer luego de la pérdida de un ser amado. El duelo suele ser un proceso doloroso, pues es la reacción emocional ante la pérdida. El duelo se refleja en la vida del doliente a nivel fisico, psicológico y espiritual. Te tengo noticias, el duelo se puede aliviar y superar, pero conlleva tiempo y trabajo. Hay que elaborar tareas para que al final del camino puedas reinvertir tu energía de forma productiva, sin tener que olvidar a esa persona amada. Cada uno de nosostros tenemos un faro el cual con su luz te alumbrará para que puedas continuar con tu vida, recordando en el corazón, a la persona que se fue de esta vida terrenal.


miércoles, 4 de febrero de 2015

¿Cuándo debería buscar ayuda?


Aunque el dolor,  la soledad y los trastornos que acompañan el duelo no tienen nada de anormal, hay algunos síntomas que deberían hacer que acudiéramos a un profesional que pueda ayudarnos: médicos, guías espirituales, responsables de grupos de apoyo, o profesionales de la salud mental (tanatólogos, consejeros de duelo). Aunque cada persona debe tomar esta decisión libremente, debe plantearse seriamente hablar con alguien sobre su duelo si presenta alguno de los siguientes síntomas:
  • Intensos sentimientos de culpa, provocados por cosas diferentes a las que hizo o dejo de hacer en el momento de la muerte de su ser querido.
  • Pensamientos de suicidio, que van más allá del deseo pasivo de “estar muerto” o de poder reunirse con su ser querido.
  • Desesperación extrema, la sensación de que por mucho que lo intente nunca va a poder recuperar una vida que valga la pena vivir.
  • Inquietud o depresión prolongada, la sensación de estar “atrapado”  por largos periodos de varios meses de duración.
  • Síntomas físicos, como la sensación de tener un cuchillo clavado en el pecho o una perdida sustancial de peso, que pueden representar una amenaza para su bienestar físico.
  • Ira incontrolada, que hace que sus amigos y seres queridos se distancien o que le lleva a “plantear la venganza” de su pérdida.
  • Dificultades continuadas de funcionamiento, que se ponen de manifiesto en su incapacidad para conservar su trabajo o realizar las tareas domésticas necesarias para la vida cotidiana.
  • Abuso de sustancias, confiando demasiado en las drogas o el alcohol para desterrar el dolor de la pérdida.

Cualquiera de estos síntomas puede ser una característica pasajera de un proceso normal  de duelo, pero su presencia continuada debe ser causa de preocupación y merece la atención de un profesional.


Referencia:
Neimeyer Robert. Aprender de la pérdida: Una guía para afrontar el duelo. Paidós. 2007

Resumido por Edu Emilia Sáez, CP, CT



No hay comentarios:

Publicar un comentario