Luego de un suicidio es muy normal que el que
sobrevive se sienta aturdido, conmocionado, entumecido, adormecido, con una
terrible tristeza, culpa, ira, enojo y confusión. Las reacciones emocionales en
su proceso de duelo serán más intensas y puede durar más tiempo debido a que el
suicidio es una muerte inesperada y traumática.
Algunas personas se suicidan de manera violenta, usan
armas o se ahorcan, mientras que otros usan sobredosis. Las preguntas típicas
del que sobrevive son cómo sucedió, y porqué lo hizo. Para otro lo importante
es que la persona que uno amaba ya no existe. Tienen una fuerte necesidad de
comprender porque su ser amado eligió suicidarse.
Worden (2004) explica que el suicidio de un miembro de
una familia o de un ser querido, se queda no solo con la sensación de pérdida,
sino también con el legado de la vergüenza, el miedo, el rechazo, el enfado y
la culpa. Además, los familiares del suicida experimentan la vergüenza social,
por el estigma que la sociedad le impone al suicidio. Por esta razón, hay
familias que ocultan los hechos.
Otra reacción es la culpa, un sentimiento normal entre
los supervivientes de las víctimas de suicidio, que se puede exacerbar
seriamente (Worden, 2004). P ueden quedar conflictos sin resolver entre el fallecido y algún familiar.
Hay otras personas que van a los extremos, se castigan
y presentan conductas auto destructivas. Por ejemplo, comer demasiado, drogas, alcohol, etc.. La culpa
se puede manifestar culpando a otros, proyectándose o a quien le puede echar la
culpa de lo sucedido.
Otra reacción es experimentar sentimientos intensos de
enfado. Perciben la muerte como un rechazo: “¿Por qué, Porqué me hizo esto?” La
intensidad de su rabia los lleva a sentirse culpables. El miedo es una respuesta normal después de un
suicidio. Los supervivientes de suicidios presentan niveles de ansiedad más
altos que los de muertes naturales. (Worden, 2004)
Sugerencias:
- Comprenda que es normal su tristeza y sentirse confundido por lo sucedido.
- Reconozca que es natural estar molesto con la víctima, con usted mismo y con los demás luego del suicidio.
- No deje que las personas le digan como sentirse. Sus sentimientos son su propiedad.
- Converse abiertamente, sea honesto, autentico en su duelo, dese tiempo para dolerse.
- Si hay situaciones financieras y legales busque consejo de un contable o abogado.
- No se aísle.
- Recuerde que su ser querido tomó la decisión de suicidarse.
- Inicie un diario reflexivo, escritura creativa, dibujos, pensamientos, ideas…
- Recuerde los eventos agradables con la persona fallecida.
- Si sientes que estas atascado en tu duelo, busca ayuda de un Tanatólogo, Psicólogo, Consejero de duelo.
Referencias:
Harris J. (2012). Sin tiempo para
decir adiós: Lidiar con la tristeza, la ira, y la injusticia después de una muerte trágica. Compassion Press.
Imagen Tomada de Internet:
http://diariodepuertorico.com/2013/12/comision-para-la-prevencion-del-suicidio-adiestra-a-comunicadores-para-salvar-vidas/
Worden W. (2004). El tratamiento
del duelo: asesoramiento psicológico y terapia. 2da Ed. Rev. Paidós
Preparado por:
Edu Emilia Sáez
Consejera
Profesional
Tanatóloga
Certificada
alivioenlaperdidayelduelo.blogspot.com
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