Ref: http://www.youtube.com/watch?v=TdTLC4JaMVA
Para aquellos que necesitan consejería por la pérdida de un ser querido. Espero brindarte apoyo emocional y educación sobre cómo elaborar un duelo normal.
Este espacio es para compartir la esperanza de que hay un nuevo amanecer luego de la pérdida de un ser amado. El duelo suele ser un proceso doloroso, pues es la reacción emocional ante la pérdida. El duelo se refleja en la vida del doliente a nivel fisico, psicológico y espiritual. Te tengo noticias, el duelo se puede aliviar y superar, pero conlleva tiempo y trabajo. Hay que elaborar tareas para que al final del camino puedas reinvertir tu energía de forma productiva, sin tener que olvidar a esa persona amada. Cada uno de nosostros tenemos un faro el cual con su luz te alumbrará para que puedas continuar con tu vida, recordando en el corazón, a la persona que se fue de esta vida terrenal.
viernes, 15 de febrero de 2013
Signos y síntomas del cáncer infantil
La Organización Mundial de la Salud
Informó que en 2012 se
detectaron cerca de 160 mil nuevos casos
de cáncer infantil en el mundo y casi 90 mil pacientes de este tipo
fallecieron. Síntomas para detectarlo a tiempo
- Masa abdominal
- Fiebre prolongada y sin causa aparente
- Palidez, cansancio y/o pérdida de peso
- Dolores de cabeza frecuentes acompañados de vómito (persistentes y sin causa aparente)
- Formación de hematomas (moretones) y petequias (puntos rojos) con facilidad
- Sangrado anormal
- Pérdida de equilibrio
- Cambios en el comportamiento
- Una luz blanca en uno o ambos ojos
Referencia: Recuperada de Internet-
http://www.altonivel.com.mx/34029-signos-y-sintomas-para-detectar-el-cancer-infantil.html
Pérdida de la salud ante el cáncer
La pérdida de la salud ante una enfermedad
grave como el cáncer, provoca que pases junto a tus seres que te aman,
un duelo anticipado de nuestra fragilidad humana. Qué bueno cuando con
una actitud positiva ante la situacion te levantas como el Ave Fénix y
resurges como Priscila Rojas hizo ante el cáncer.
http://www.primerahora.com/%C2%A1finalizadocemesesdequimioterapias!-788592.html?fb_action_ids=10151259104951570&fb_action_types=og.likes&fb_source=aggregation&fb_aggregation_id=288381481237582
¡HAY QUE LUCHAR! por la vida
siempre.
Te recomiendo leas este artículo...
http://www.primerahora.com/%C2%A1finalizadocemesesdequimioterapias!-788592.html?fb_action_ids=10151259104951570&fb_action_types=og.likes&fb_source=aggregation&fb_aggregation_id=288381481237582
jueves, 14 de febrero de 2013
14 de febrero 2013
En el día del amor y la amistad este 14 de ferero 2013.
Te regalo este video:
Personas que tocan tu vida
Para reflexionar sobre aquellas personas
que han llegado y tocado tu vida,
tú decides que actitud asumes con ese toque.
Referencia: http://www.youtube.com/watch?v=rNAv30BIotY
viernes, 8 de febrero de 2013
CUANDO APRENDAS A CONSIDERAR TU VIDA
Cuando aprendas a considerar tu vida y cuanto hay en ella como el
milagro que es, comprenderás enseguida que quejarse es desperdiciar el milagro
que eres.
Cada instante que pasas disgustado, desesperado, angustiado, furioso o
dolido a causa del comportamiento de otra persona es un instante en el que renuncias
al control sobre tu vida
Obsérvate a ti mismo y a los demás en este mundo disparatado, y después
decide que es mejor, pasear por ahí la rabia o desarrollar un sentido del humor
que te proporcionará a ti y al prójimo el más preciado de todos los dones: la
risa.
En la vida todo es paradoja. Cuanto más desees la aprobación, más
contundente será la negativa de los demás a aprobarte; cuanto menos te importe
el que te aprueben o no, más aprobación conseguirás.
Cuando alcanzas suficiente paz interior y te sientes realmente positivo,
es prácticamente imposible que otra persona te controle y te manipule.
Si eres feliz, si vives cada momento aprovechando al máximo sus
posibilidades, entonces eres una persona inteligente.
Si crees totalmente en ti mismo, no habrá nada que esté fuera de tus
posibilidades.
En verdad no puedes crecer y desarrollarte si sabes las respuestas antes
que las preguntas.
No necesitas admitir a nadie en tu vida a menos que llegue cargado de
afecto y armonía.
El progreso y el desarrollo son imposibles si uno sigue haciendo las cosas
tal como siempre ha hecho.
No dejes que los planes que tienes para ti sean más importantes que tú
mismo.
¡Vive! ¡Ama! ¡Se Feliz!
Wayne
Dyer
Lectura Tomada de Internet: Manejo del duelo-http://www.facebook.com/ManejoDelDuelo?ref=ts&fref=ts
jueves, 7 de febrero de 2013
Las tormentas de la vida
Reflexión para no sentirnos
agobiados por los pequeños problemas , que siempre pasamos... hay que
tener esperanza para vencerlos.
Las tormentas hay que verlas desde otra pespectiva. Cuando estés pasando una tormenta de muerte, pérdida y duelo, recuerda que la pregunta que debes realizarte es la siguiente: ¿dejarás que pase también en tu vida interior y en tu dimensión espiritual? Luego de la tormenta viene la calma y la paz.
Referencia: Tomado de Internet: http://www.youtube.com/watch?v=h9Vw6TCQzR4
miércoles, 6 de febrero de 2013
El duelo anticipado
Este video es posible a la página Manejo del duelo.com que realiza la entrevista a la psicóologa Rosa Aizen. Trata si es posible vivir un duelo anticipado ante la eventualidad de perder poco a poco a un ser amado.
Me pareció excelente, y de manera breve lo explica, asi que lo comparto con todos ustedes.
Yo estoy viviendo como saben un duelo anticipado con la situacion de mi padre.
Referencia: http://www.youtube.com/watch?v=35ETAcDvxv4
La vida con el dolor de la pérdida de un ser querido
El duelo es un proceso personal e intransferible,
como el dolor, y cada cual lo vive a su manera. Los
estudiosos de esa faceta humana, tantas veces
aparcada en algún rincón, creen que la muerte
repentina y a una edad en la que no toca, como es el
caso de los accidentados en el autocar de Soria, es
probablemente la más difícil de soportar, porque no
ha habido ninguna preparación para afrontarla y
porque es seguro que han quedado muchas cosas
pendientes. Esas muertes traumáticas dejan al otro
sin aliento y con terribles sentimientos de culpa.
"¿Por qué no hice...? ¿Por qué no dije...?"
Las emociones y pensamientos después de una pérdida
son tantos y tan intensos que necesitan un tiempo
preciso para ser vividos, asumidos y transformados
en algo más llevadero, menos dañino. El duelo tiene
distintas fases, y la primera es un absoluto "shock":
la pérdida, el vacío y el dolor son insoportables.
Puede durar horas, días o semanas. Es la etapa del
"no puede ser".
La realidad tan aparentemente sólida se ha
desmoronado y deja a cualquiera sin capacidad para
responder, para sentir incluso. Desde este estado de
no sentir, no pensar, no ser, todo es más llevadero,
como si la mente y el corazón se anestesiaran.
En la segunda fase, ese vacío y dolor insoportables
dejan paso a la necesidad de expresarse, pero con
una incapacidad total para escuchar. Luego, en la
tercera, vendrá el momento de compartir experiencias
similares con otras personas, porque el vacío y el
dolor ya se han aceptado. Hay grupos de ayuda que
pueden colaborar en esa etapa. Hablan de lo que les
ha pasado a todos ellos y, al recobrar la capacidad
de escuchar, se puede empezar a sentir alivio en las
palabras y los sentimientos de los demás.
Todas esas fases son tiempo de llanto, insomnio,
pérdida de apetito, agotamiento, falta de
concentración, emotividad desbordada, negación,
recuerdos incesantes, desamparo, soledad, depresión,
culpabilidad, ideas de suicidio, ira, miedo. Pero
poco a poco, la pérdida se va transformando, el
vacío empieza a llenarse y el sufrimiento deja de
ser algo constante. Este fase da lugar a un
renacimiento auténtico con todas las connotaciones
de la palabra, en el cual uno surge más fuerte y más
capaz que antes.
Los caminos hacia una recuperación son muchos, y
cada persona suele forjarse el suyo, algunos con
ayuda, otros sin ella. Suele empezar, como todo
cambio importante, con una toma de conciencia de que
el sufrimiento no deja vivir y un acto de voluntad
de querer salir de ese estado. Ayuda enormemente
ubicar al ser querido en algún lugar o en un estado
superior para darle una continuidad. También buscar
momentos de armonía y paz, que se pueden fomentar
por medio de encuentros con la naturaleza, la
música, la lectura y la relajación. El paso
siguiente es la conversión del bienestar interno en
una manifestación real externa y la mejora de la
vida cotidiana haciendo algo bueno para uno mismo.
Vale la pena entonces volver a conectar con las
personas queridas y redescubrir pequeños placeres y
permitirse disfrutar de ellos. Y finalmente,
analizar y valorar las vivencias y ver cuán
enriquecido y fortalecido se está, sabiendo que ya
nadie ni nada podrá separar al familiar o amigo de
esa persona tan querida, ya que se lleva dentro del
corazón en paz y armonía.
Para llegar hasta aquí es importante manifestarse
como cada uno necesita y no temer al propio dolor,
para que no tiranice. La relación con el dolor ha de
empezar por su aceptación. Si no se acepta, no se
puede transformar, y hace aún más daño cuando se
intenta reprimir o ignorar.
La magnitud de la pérdida se manifiesta con tanta
fuerza que a la mayoría de las personas que la
sufren no les deja apartar el dolor. Es vital
tenerlo presente, es vital llorar, es imprescindible
expresarlo y encontrar que por lo menos los demás
aceptan, comprenden y apoyan. Y esto no se puede
hacer si se teme al dolor, si a lo largo de la vida
se reprime todo aquello que podría hacer sufrir, por
muy mínimo que sea, para no demostrar debilidad.
No es de débiles llorar, no es de débiles admitir
que se tiene una sensibilidad que permite ser
humano, sentir, gozar y ¿por qué no?... sufrir. Hay
que dejar de llevar el rechazo de las penas a
cuestas, llorar lo que duele para poder reír y
alegrarse mejor después, disfrutar de la vida, sin
arrinconar lo que se desconoce o teme, y dar a cada
sentimiento su espacio y tiempo.
LA VANGUARDIA - 09/07/2000
ANJI
CARMELO- Autora del libro "Déjame llorar" (Tarannà)
Referencia de la lectura: Tomado de Internet http://www.dueloanjicarmelo.com/duelo/Articulos.htm
Imágenes tomadas de Internet:
reloj de arena: http://catolicidad-catolicidad.blogspot.com/2010/05/el-valor-del-tiempo.html
lágrima: http://www.livinghealthyworldwide.com/livinghealthy-news/livinghealthy-beauty-lifestyle/mental-health/emotional-health/coping-with-grief-loss/
Caminos del duelo: http://helpforthehurting.net/stages-of-grief/
Persona en duelo: http://relationshipdevelopment.com.au/wp-content/uploads/2011/11/Sydney-grief-counselling-how-to-deal-with-the-loss-of-a-partner.jpg
martes, 5 de febrero de 2013
EL CUADERNO ROJO
El cartero le entregó el telegrama y mientras Roberto le daba las
gracias y empezaba a leerlo, no podía evitar que su cara mostrara una expresión
de sorpresa más que de dolor. Eran unas palabras breves y precisas:
“Tu padre falleció. Lo sepultaremos mañana a las 18
horas. Mamá”
Roberto se quedó como estaba, de pie y mirando al vacío. No sintió dolor, ni derramó ninguna lágrima, era como si hubiera muerto un extraño. ¿Por qué no sentía nada por la muerte de su padre?
Con un torbellino de pensamientos confusos en su mente, avisó a su esposa y emprendió viaje hacia la casa de sus padres. Mientras viajaba en silencio sus pensamientos pasaban por su mente a toda velocidad.
No tenía deseos de ir al funeral, sólo lo hacía para acompañar a su madre y tratar de aliviar su tristeza. Ella sabía que padre e hijo no se llevaban bien, desde aquel día de lluvia en que una serie de acusaciones mutuas, obligó a Roberto a irse para no volver nunca más.
Pasaron los años y Roberto vivía cómodamente. Se había casado y formado una familia, pero sólo se acordaba de su madre para su cumpleaños o alguna festividad. A su padre sin embrago lo había borrado de su mente. Desde aquel fatídico día jamás lo vio ni habló con él. Jamás pudo superar el odio que sentía hacia él.
En el velatorio se encontró con pocas personas. En un rincón del salón vio a su madre pálida, débil. Se notaba que había sufrido mucho. Tal vez porque siempre deseó que las cosas terminaran de otra manera. Cuando vio a su hijo, lo abrazó mientras lloraba silenciosamente, fue como si de pronto hubiera perdido toda esperanza.
Después, Roberto vio el cuerpo sereno de su padre. Estaba envuelto por un manto de rosas rojas, como las que al padre le gustaba cultivar. Pero de los ojos de Roberto no cayó una sola lágrima, su corazón herido no se lo permitía. Se quedó con su madre hasta la noche, la besó y le prometió que regresaría con sus hijos y su esposa para que los conociera. Ahora, por fin podría volver a su casa, porque aquella persona que tanto había odiado, ya no estaba en este mundo. Era el fin de la humillación, de las críticas, de los consejos ácidos de un sabelotodo. Por fin podría reinar esa paz que siempre quiso experimentar. En el momento de la despedida la madre le colocó algo pequeño y rectangular en la mano
Roberto se quedó como estaba, de pie y mirando al vacío. No sintió dolor, ni derramó ninguna lágrima, era como si hubiera muerto un extraño. ¿Por qué no sentía nada por la muerte de su padre?
Con un torbellino de pensamientos confusos en su mente, avisó a su esposa y emprendió viaje hacia la casa de sus padres. Mientras viajaba en silencio sus pensamientos pasaban por su mente a toda velocidad.
No tenía deseos de ir al funeral, sólo lo hacía para acompañar a su madre y tratar de aliviar su tristeza. Ella sabía que padre e hijo no se llevaban bien, desde aquel día de lluvia en que una serie de acusaciones mutuas, obligó a Roberto a irse para no volver nunca más.
Pasaron los años y Roberto vivía cómodamente. Se había casado y formado una familia, pero sólo se acordaba de su madre para su cumpleaños o alguna festividad. A su padre sin embrago lo había borrado de su mente. Desde aquel fatídico día jamás lo vio ni habló con él. Jamás pudo superar el odio que sentía hacia él.
En el velatorio se encontró con pocas personas. En un rincón del salón vio a su madre pálida, débil. Se notaba que había sufrido mucho. Tal vez porque siempre deseó que las cosas terminaran de otra manera. Cuando vio a su hijo, lo abrazó mientras lloraba silenciosamente, fue como si de pronto hubiera perdido toda esperanza.
Después, Roberto vio el cuerpo sereno de su padre. Estaba envuelto por un manto de rosas rojas, como las que al padre le gustaba cultivar. Pero de los ojos de Roberto no cayó una sola lágrima, su corazón herido no se lo permitía. Se quedó con su madre hasta la noche, la besó y le prometió que regresaría con sus hijos y su esposa para que los conociera. Ahora, por fin podría volver a su casa, porque aquella persona que tanto había odiado, ya no estaba en este mundo. Era el fin de la humillación, de las críticas, de los consejos ácidos de un sabelotodo. Por fin podría reinar esa paz que siempre quiso experimentar. En el momento de la despedida la madre le colocó algo pequeño y rectangular en la mano
“Hace mucho tiempo podrías haberlo recibido,
le dijo. Pero, sólo después de que él murió lo encontré entre sus cosas más
importantes.
Roberto no le dio mucha importancia y emprendió el
viaje de regreso. Unos minutos después de haber comenzado el viaje, se acordó y
quiso averiguar de qué se trataba lo que le había entregado su madre. Después de desenvolverlo
con cuidado vio un pequeño cuaderno de tapa roja. Era un libro viejo y sus páginas habían quedado
amarillentas por el paso de los años y al abrirlo pudo leer en su primera
página algo que había escrito su padre:
“Hoy nació Roberto, pesó casi cuatro kilos. ¡Es mi
primer hijo, estoy muy feliz y mi corazón salta de alegría!”
El relato continuó apasionando a Roberto, que con un
nudo en la garganta, seguía leyendo:
“Hoy, mi hijo fue por primera vez a la escuela. Es
todo un hombrecito. Cuando lo vi con el uniforme, me emocioné tanto que no pude
contener las lágrimas. Le pido a Dios que lo guarde y le de sabiduría para ser
un hombre de bien.”
La emoción de Roberto iba en aumento y el dolor de su
corazón cada vez era más intenso, mientras por su mente comenzaban a resurgir
imágenes del pasado.
“Roberto me pidió una bicicleta, mi salario
no es suficiente, pero él se la merece porque es muy estudioso y dedicado. Así
que pedí un préstamo y se la compré. Espero poder pagarlo con las horas extras.
La vida de mi hijo será diferente a la mía, yo no
pude estudiar. Desde niño me vi obligado a ayudar a mi padre, pero deseo con
todo mi corazón que mi hijo no sufra ni padezca situaciones como las que yo
viví.”
Roberto no podía creer lo que estaba leyendo, era como
si un mar de dolor inundara su conciencia. Vinieron a su mente los recuerdos de
su adolescencia, como se quejaba a su padre por no tener bicicleta como sus
amigos… y continuó leyendo.
“Es muy duro para un padre tener que
castigar a su hijo, sé que me odiará por esto, pero es la forma en que creo
debo educarlo para su propio bien. Fue así
como aprendí a ser un hombre honrado y esa es la única forma en que soy capaz
de educarlo.”
Roberto cerró los ojos y recordó la noche cuando por
causa de una fiesta en su juventud hubiera podido ir a la cárcel. De hecho
todos sus amigos pasaron la noche allí. Sólo lo evitó, el que su padre,
precisamente esa noche, no le permitió ir al baile con sus amigos.
También recordó otra oportunidad en la que no le concedió permiso para salir. Esa vez el auto en el que debía haber estado, chocó y quedó totalmente destrozado contra un árbol. Le parecía casi oír las sirenas y el llanto de toda la ciudad mientras sus cuatro amigos eran llevados al cementerio. Las páginas se sucedían con todo tipo de anotaciones, llenas de respuestas que revelaban en silencio, la tristeza de un padre que lo había amado tanto. Por fin llegó a la última página y leyó:
También recordó otra oportunidad en la que no le concedió permiso para salir. Esa vez el auto en el que debía haber estado, chocó y quedó totalmente destrozado contra un árbol. Le parecía casi oír las sirenas y el llanto de toda la ciudad mientras sus cuatro amigos eran llevados al cementerio. Las páginas se sucedían con todo tipo de anotaciones, llenas de respuestas que revelaban en silencio, la tristeza de un padre que lo había amado tanto. Por fin llegó a la última página y leyó:
“Son las tres de la mañana, ¿Dios, qué hice
mal para que mi hijo me odie tanto?¿Por qué soy considerado culpable, si no
hice nada de malo, solo intenté educarlo para que fuera un hombre de bien?
Mi Dios, no permitas que esta injusticia me
atormente para siempre.
Te pido perdón si no he sido el padre que él merecía tener y deseo de todo corazón que me comprenda y me perdone.”
Te pido perdón si no he sido el padre que él merecía tener y deseo de todo corazón que me comprenda y me perdone.”
Estas fueron las últimas palabras de un hombre que,
aunque nadie le había enseñado, a su manera intentó ser el mejor padre. El mundo quizás podía
verle como demasiado duro o intransigente, pero en lo más íntimo de su ser
había un hombre tierno y lleno del amor de Dios, que nunca supo cómo expresarlo
ni a su propia familia.
La aurora rompía el cielo y un nuevo día comenzaba, Roberto cerró el cuaderno, se bajó en la primera estación y regresó de nuevo hacia donde habían vivido sus padres. Regresó quizás deseoso de que todo hubiera sido un mal sueño, de poder encontrar a su padre con vida y pedirle perdón por todo el mal que le hizo, pero no...
La aurora rompía el cielo y un nuevo día comenzaba, Roberto cerró el cuaderno, se bajó en la primera estación y regresó de nuevo hacia donde habían vivido sus padres. Regresó quizás deseoso de que todo hubiera sido un mal sueño, de poder encontrar a su padre con vida y pedirle perdón por todo el mal que le hizo, pero no...
Gritó frente a su tumba, hubiera querido poder
abrazarlo, pero solo encontró un profundo silencio.
Destrozado, fue a ver a su madre. Antes de entrar en la casa vio una rosa roja en el jardín; acarició sus pétalos y recordó como su padre las cuidaba con tanto amor. Esta fue la manera de encontrar paz en su corazón, ya que mientras acariciaba esa rosa, sintió como si acariciara las manos de su padre y descargara su dolor para siempre. Calmado ya, con voz suave se dirigió a su padre muerto:
Destrozado, fue a ver a su madre. Antes de entrar en la casa vio una rosa roja en el jardín; acarició sus pétalos y recordó como su padre las cuidaba con tanto amor. Esta fue la manera de encontrar paz en su corazón, ya que mientras acariciaba esa rosa, sintió como si acariciara las manos de su padre y descargara su dolor para siempre. Calmado ya, con voz suave se dirigió a su padre muerto:
“Si Dios me mandara a elegir, no quisiera tener otro
padre que no fueras tú. Gracias por tanto amor y perdóname por haber sido tan
ciego.”
Esta lección le hizo reflexionar, ya que él también
era padre y se dio cuenta de que no estaba dando lo mejor de sí, ya que las
ocupaciones, los problemas y el stress, habían creado un silencio entre él y
sus hijos. A partir de ahora, decidió que su vida cambiaría
radicalmente y que se compraría un cuaderno de tapa roja para poder anotar cada
una de las historias que a partir de ese momento sucedieran en su familia.
“La adolescencia y la juventud son los únicos
problemas que sólo se solucionan con el tiempo.”
Lectura tomada de Internet:
http://santamariadebaionadiocesistuy-vigo.blogspot.com/2012/05/el-cuaderno-rojo.html
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