Este espacio es para compartir la esperanza de que hay un nuevo amanecer luego de la pérdida de un ser amado. El duelo suele ser un proceso doloroso, pues es la reacción emocional ante la pérdida. El duelo se refleja en la vida del doliente a nivel fisico, psicológico y espiritual. Te tengo noticias, el duelo se puede aliviar y superar, pero conlleva tiempo y trabajo. Hay que elaborar tareas para que al final del camino puedas reinvertir tu energía de forma productiva, sin tener que olvidar a esa persona amada. Cada uno de nosostros tenemos un faro el cual con su luz te alumbrará para que puedas continuar con tu vida, recordando en el corazón, a la persona que se fue de esta vida terrenal.


domingo, 6 de octubre de 2013

Educación sobre la muerte

De la misma manera que se educa para la vida también se debe ofrecer una educación sobre la muerte.  Existen dos tipos de educación sobre la muerte: la educación informal y la formal (Corr, Nabe, & Corr, 2009).  La informal es aquella educación no planificada, esta emerge de las experiencias diarias de la vida y se inicia en el núcleo familiar,  a través de la madre o el padre y cómo estos han enfrentado la muerte.  Además, hay otros factores sociales que influyen en el proceso de enfrentar la muerte, como los medios de comunicación:  la televisión, la Internet, la literatura, asistir a un funeral, entre otros.  El segundo tipo es la educación formal la cual es una planificada y estructurada.  La misma se ofrece en las escuelas, colegios, universidades y en los talleres de educación continua para los profesionales de la salud y la conducta humana.  Existen programas y adiestramientos que atienden este tipo de educación formal. Deberían existir clases formales, como requisito en las universidades de Puerto Rico sobre la educación sobre la muerte, la pérdida y duelo para los profesionales de la salud y la conducta (psicólogos, consejeros profesionales, trabajadores sociales, médicos, enfermería, etc.)
Robert Kastenbaum, citado en Corr, Nabe & Corr (2009) explica que los individuos se interesan por el estudio de la muerte por tres razones básicas.  La primera es por el trabajo y las funciones que se ejercen en el mismo:  maestro, enfermera, trabajador social, consejero, ministro, médico o voluntario en un hospicio.  La segunda es por razones personales, (como lo que me motivó) ya que existe un interés en trabajar con la muerte propia y enfrentar la misma muerte como una experiencia de vida.  La tercera es la curiosidad de la persona por conocer sobre algún tema en el campo de la muerte, el morir y el proceso de duelo. 

Referencia:
Sáez, E. (2013) La vida y la muerte procesos inseparables: cómo encontrar alivio en la pérdida  y el duelo. Publicaciones Puertorriqueñas. Página 22


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