Este espacio es para compartir la esperanza de que hay un nuevo amanecer luego de la pérdida de un ser amado. El duelo suele ser un proceso doloroso, pues es la reacción emocional ante la pérdida. El duelo se refleja en la vida del doliente a nivel fisico, psicológico y espiritual. Te tengo noticias, el duelo se puede aliviar y superar, pero conlleva tiempo y trabajo. Hay que elaborar tareas para que al final del camino puedas reinvertir tu energía de forma productiva, sin tener que olvidar a esa persona amada. Cada uno de nosostros tenemos un faro el cual con su luz te alumbrará para que puedas continuar con tu vida, recordando en el corazón, a la persona que se fue de esta vida terrenal.


martes, 6 de mayo de 2014

Reflexión: Al final de la vida y el dia de las madres



Tener la dicha de tener una madre que te ama y durante tus años te ha cuidado y protegido. También ha sido tu maestra, enfermera, cocinera, te ha disciplinado, amiga y consejera entre otros roles que desempeña una madre.  Hay tantos recuerdos desde pequeña que uno atesora de como tu madre te ha consentido y ha estado presente a lo largo de tu vida.

En el final de su vida verla tan frágil, pero con ese espíritu de una mujer joven, aunque sus huesos datan de casi 88 años. Ahora es el momento de cuidarla y protegerla. Hay que tomar decisiones por ella, claro contando con lo que ella desea. Cuando al inicio de nuestra vida ella era la que decidía por uno. Veo la vida como una rueda, la vida es un ciclo, la vida son etapas, donde todos de una manera u otro estaremos arriba, al lado y abajo.

Al final de su vida nuestra madre no se veía sin su esposo, el que ya se adelantó al plano espiritual y aun lo echa de menos. ¿Cómo no? Si estuvieron juntitos por 64 años, ah y tres años de novio, lo dice cuando cuenta su historia de perdida. Lo echa de menos, hace poco fue por primera vez a una convención sin él. Pero llegó super contenta pues disfrutó y se sintió atendida por las personas que estaban ahí.

Al final de su vida nuestra madre fue diagnosticada con cáncer de mama. Nosotros también estamos viviendo esa situación. Nuestra actitud es importante ante la de ella. Hay que motivarla, pues la esperanza y la fe no se pierden, no importa la edad que se tenga. Los médicos que tienen son personas con mucha sensibilidad y muy conscientes del tratamiento que le pueden dar a una mujer de su edad y su condición de salud. Sin embargo, la actitud de ellos hacia ella ha sido una de nieto hacia una abuelita (así la veo yo), y ella se siente bien y segura de que lo que hacen está bien. A pesar de su edad mi madre aun ama la vida.

Al final de la vida la actitud que asumimos dependen muchas cosas, de cómo se vive la vida que tenemos hasta ahora. A veces vivimos como si nadie que amamos va a morir en algún momento y que la muerte nos llegara a nosotros también. Las pérdidas, duelen por eso el proceso que vivimos luego se llama duelo. Nosotros los “baby boomers” estamos al final de la vida de nuestros padres, los cuales están en sus 80 a 90 años de edad. Es una muerte anticipada, debemos tomar decisiones por ellos, cuidarlos, protegerlos como al inicio de nuestra vida lo    hicieron ellos. 

Al final de la vida es un momento normal y hay que lidiar con ella para nuestra madre, como lo hicimos con nuestro padre. Todos nosotros algún día nos tendremos que enfrentar con el final de nuestra la vida. Yo espero hacer lo que debo hacer, amar a los que nos rodean.  Poder decir: he vivido la vida que he querido tener, con los altos y bajos. Espero vivirla de manera intensa, experimentar varias emociones y sentimientos, pues todo es relativo.

¿Qué decidirás hacer tú al final de tu vida?



Fotos:
Primera- mi madre
Segunda- mi familia

Edu Emilia Sáez, (hija, hermana, tía, esposa y madre)
Consejera Profesional
Tanatóloga Certificada

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