Entrando a un Nuevo Año, y estamos en un
proceso de duelo, deberíamos hacer unas resoluciones.
La primera tarea para elaborar un duelo saludable
y normal. Para que esto sea así, es importante que aceptes la pérdida de tu ser
querido. Probablemente si la muerte fue anticipada, haz podido aceptar esa pérdida
poco a poco. Sin embargo, si la muerte fue súbita e inesperada, es posible que te
sientas abrumado e incrédulo, pues no puedas creer lo sucedido. Pues en un
cerrar de ojos tu ser amado ya no está contigo en este plano terrenal. Sino pudiste
despedirte, entonces haz un ritual, te sugiero escribas una carta de despedida,
llévala y léela ante su tumba o frente a sus cenizas.
La segunda tarea es que puedas expresar tus
sentimientos y pensamientos ante tu perdida. Tanto a nivel emocional como en lo
racional. Es necesario hablar sobre tu historia de perdida. Si no tienes a
nadie, escribe un diario reflexivo sobre esas emociones y reacciones que te provoca
tu proceso de duelo. Puedes dibujar, tomar fotos, o buscar fotos de tu persona
amada que ya no está aquí y crear collage sobre tus sentimientos, y recuerdos
positivos.
La tercera tarea es la más fuerte pues es tratar
de ajustarte a vivir sin esa persona en tu vida. Ya no está aquí contigo. ¿Quién
va a hacer lo que antes hacia esa persona? Ya no puede hacer sus roles (sea tu
esposo (a), hijo, hermano, padre, madre). ¿Quién eres ahora? Duele que seas la
viuda o el viudo, el huérfano (no importa seas un adulto). El mundo actual no se parece al mundo antiguo,
pues ya no está esa madre, padre, hijo, esposo(a). ¿Cuáles son los ajustes espirituales,
valores y creencias? Ahora que es lo que creo o no. Es la aceptación y los
ajustes de este mundo actual que nos toca vivir sin el ser amado.
La última tarea es relocalizar al ser que murió,
que puedas encontrar un vínculo con él o ella. Que puedas continuar con tu
vida. Encontrar esa conexión, sea en símbolos (una sortija, una licencia, un
reloj, camisa, etc.) y en los recuerdos. Enfocarte en el evento vida y no en la
muerte. Puedes conmemorar su vida haciendo actividades como: asiste a su
restaurant preferido, haz su comida favorita, haz un CD con su música preferida
o prepara un blog sobre su biografía.
Vivimos como si las personas que amamos vivirán
por siempre. Lamentablemente todos vamos a morir, unos primeros y otros después,
por tanto, es importante vivir de manera intensa. Amar a nuestros seres
queridos, abrazarlos, besarlos... hay que vivir y amar. Pero no olvides que aun
después de la muerte se siguen amando a esas personas que están en otro plano
el espiritual. Se quedarán en nuestros corazones y en los recuerdos, hasta que algún
día nos unamos con ellos.
Edu Emilia Sáez
Consejera Profesional
Tanatóloga Certificada