Hay muertes anticipadas que
nos dan tiempo para prepararnos a su llegada. Pero hay otras muertes que ocurren
sorpresivamente, de golpe, como un relámpago inesperado. La muerte de un
familiar anciano, o de alguien que cede poco a poco ante una enfermedad
inexorable, llega de un modo más o menos esperado. El corazón puede prepararse,
porque adivina que, tarde o temprano, una vida terrenal termina. Estamos,
entonces, listos para acoger el “golpe”, que no deja de ser doloroso, pero que
sabemos que el final está próximo.
En la muerte súbita la situación es muy diferente cuando un hecho
imprevisto por ejemplo, un ataque al corazón fulminante, un choque, un
secuestro, un atentado, un accidente de trabajo, irrumpe en una vida y provoca
una muerte inesperada. Una curva mal tomada, un pinchazo en la rueda, una
balacera en la calle, un terremoto, un incendio en el avión o en el barco:
hechos veloces, hechos inesperados, violentos, a veces misteriosos, nos
arrancan la presencia de un ser querido. Las muertes súbitas llaman a
las puertas de cualquiera: del niño y del adulto, del rico y del pobre, del
ciudadano honesto y del delincuente, del santo y del pecador, del amigo y del
enemigo. No hay distinciones, todos, somos igualmente vulnerables, frágiles incapaces de defenderse o de huir.
En la muerte
inesperada hay cinco elementos que considerar:
1.
Muerte súbita/
inesperada y rápida, hay una falta de previsión o anticipación- Tiene efectos de shock, abruma al
doliente afectando la capacidad para afrontar la situación. No hay la
oportunidad para despedirse y terminar los asuntos pendientes. La muerte súbita
no tiene sentido, a menudo hay un esfuerzo obsesivo de reconstruir los eventos
para comprenderlos. Van acompañados por reacciones emocionales intensas: miedo,
ansiedad y la sensación de vulnerabilidad y la pérdida de control. El trauma va
seguido de pérdidas secundarias tales como: no ver el cadáver que pueda
confirmar la muerte, la necesidad de rescatar a otros, atender a los heridos y
las demandas legales.
2.
Violencia,
mutilación y destrucción- En
los eventos traumáticos pueden producir sentimientos de terror, miedo y
ansiedad. Estos sentimientos van acompañados con la sensación de
vulnerabilidad, victimización, impotencia. La fantasía de morir de forma
grotesca, pensamientos agresivos y de venganza, la necesidad de ir una y otra
vez en la escena de los eventos traumáticos.
3.
Prevenible y/o al
azar- Los dolientes lo ven como algo que pudo
ser evitado. Parece ser un evento deliberado, irresponsable y negligente. Como
resultado, las victimas de trauma pueden estar enojados, indignados y
frustrados. Por lo tanto, se esfuerzan de manera intensa por encontrar la causa
del evento, determinar la responsabilidad e imponer un castigo. Cuando un
evento traumático es percibido como azar, impredecible incontrolable, puede ser
terrífico, espantoso. Los dolientes/víctimas a menudo se culpan a sí mismo por
tales eventos.
4.
Muertes múltiples- Es un encuentro traumático especialmente
cuando ocurre simultáneamente y en sucesos rápidos, producen una sobrecarga de
duelo (Kastembaun, 1969) en el cual los
dolientes encuentran difícil trabajar con sus pérdidas, reacciones de duelo y
el luto. Las muertes múltiples y perdidas a menudo son parte de tragedias públicas.
5.
Encuentro personal
de duelo con la muerte puede ser esta de carácter masiva confrontación con la
muerte y mutilación de otras personas- Puede amenazar la sobrevivencia personal o puede seguir
con una confrontación masiva/ o shock con la muerte y la mutilación de otras
personas. Es una experiencia de miedo, terror, aumento de la excitación,
sensación de abandono, impotencia y aumento en la vulnerabilidad. Es un horror
a los estímulos sensoriales, (imágenes, sonidos, olores) a menudo producen
fenómenos reactivos, tales como pesadillas, escenas retrospectivas y las
imágenes y recuerdos intrusivos.
Identificamos
los siguientes eventos traumáticos:
Hay víctimas de actos humanos:
- Terrorismo
- Violaciones
- Incesto
- Maltrato
- Asaltos criminales
- Robos
- Tortura
- Atrocidades de guerra
- Enfermedades
- Accidentes serios
- Huracanes
- Tornados
- Terremotos
- Tsunamis
- Inundaciones
De acuerdo a la Dra. Rando, en la muerte súbita la capacidad
de hacer frente a la muerte se ve disminuida en comparación a la
muerte anticipada. El mundo que
conocemos hasta ahora, ha dado un cambio
brusco, todo va a ser distinto. Los dolientes de eventos traumáticos están en estado de
«shock», muy aturdidos por la muerte súbita de la persona amada.
La muerte inesperada es un tipo de pérdida perjudicial, que generalmente
termina en un duelo complicado.
La
capacidad de la persona para adaptarse y la capacidad de hacer frente y poder
funcionar se ven seriamente afectado. Los dolientes se sienten abrumados. El dolor es
más agudo y traumático y las reacciones son más severas, exageradas y
complicadas. Esto es un SHOCK doloroso por la inhabilidad para creer lo que ha
sucedido. Este estado de choque sobrecarga las capacidades para reaccionar. La persona se siente abrumada por el suceso
inesperado e imprevisto y sus mecanismos para enfrentar la situación resultan
insuficientes.
Algunas reacciones a una muerte traumática
son:
•
Sentimientos extremos
•
Desconcierto
•
Ansiedad
•
Autorreproches
•
Depresión
• Incapaz de continuar una vida normal
• Cambio brusco del mundo conocido por el
doliente- destrucción súbita
•
Realidad
sumamente dolorosa
•
No
hay un adiós
• No se concluyen negocios, planes,
viajes…
• Profundo sentido de perdida en la
seguridad
• Se pierde confianza en el mundo
•
Ansiedad
persistente- duelo crónico
Si vives estas reacciones de manera
intensa como si hubiese muerto ayer tu ser querido y
eres un doliente que sobrevive de un
evento traumático, busca ayuda para que puedas procesar tu duelo de manera
normal y saludable.
Si eres doliente debido a un evento por
asesinato, violencia de tu ser querido, y vives en Puerto Rico, hay ayuda en
ALAPAS (http://alapas.org/category/blog/)
tienen grupos de apoyo (http://alapas.org/category/centro-de-ayuda/grupo-de-apoyo-centro-de-ayuda/).
Si deseas consejería individual de pérdida
y duelo llama a Tel 787-367-1654
Edu Emilia Sáez, Consejera Profesional, Tanatóloga Certificada